domingo, 8 de agosto de 2010

Espíritu de Judo


Conocerse es dominarse, dominarse es triunfar.
Ceder para vencer.
Judoka es el que tiene inteligencia para comprender lo que le enseñan, paciencia para enseñarlo a los demás, y fe como para creer en lo que no comprende.
Quien teme perder ya está vencido.
Solo se acerca a la perfección quien la busca con constancia, con sapiencia y sobre todo, con mucha humildad.
Saber cada día un poco más y usarlo todo los días para el bien, ésa es la senda de los verdaderos hombres.
El que practica Judo no se perfecciona para luchar, lucha para perfeccionarse.
Cuando compruebes con dolor que no sabes nada, habrás hecho tu primer adelanto en el aprendizaje.
Nunca te vanaglories de haber vencido a un adversario; al que venciste hoy, puede derrotarte mañana, la única victoria perdurable es la que se obtiene sobre la propia ignorancia.
En las aguas de la existencia llega más lejos quien nada como debe, cuando debe y hacia donde debe.
La Debilidad es susceptible; la Inseguridad es iracunda; el Saber y la Fortaleza dan comprensión, el que comprende, perdona.
El cuerpo es un arma cuya efectividad depende de la precisión con que la usa la mente.
Practicar Judo es enseñar a la mente a pensar con velocidad y exactitud y al cuerpo a obedecer con justeza.

lunes, 2 de agosto de 2010

Valores que fomenta la práctica del Judo:


En el desarrollo de las clases, donde se realizan las prácticas de entrenamiento y capacitación, existe un universo contenido en lo que se conoce como Dojo (Lugar donde se practican las Artes Marciales), en él se encuentra un Lugar de Honor (Joseki) donde se ubica la imagen del creador del Judo y la bandera Nacional, es el lugar al que todos deben saludar al ingresar.
En el Dojo se encuentra el ó los Maestros y sus ayudantes, lo que representan la máxima autoridad del lugar.
Los alumnos y practicantes, nuestros compañeros. A los cuales les debemos el respeto y la cortesía por compartir cada clase, cada momento de la práctica.

La clase se divide generalmente en una entrada en calor seguida de una serie de ejercicios para fortalecer nuestros cuerpos, y luego el desarrollo de técnicas con repeticiones, combinaciones, en distintos tiempos e intensidades. La práctica libre de estas técnicas, tanto de pie, como en el suelo.

En este Universo el Maestro nos va indicando los pasos a seguir, y los alumnos respetando el orden por jerarquías de graduación y antigüedad, ejecutan cada una de las instrucciones. Saludando respetuosamente a su compañero al inicio y terminación de cada batería de ejercicios.

Con las prácticas se van puliendo diariamente las distintas aristas de la personalidad de cada uno de los judokas, generando un clima de compañerismo y fraternidad.

A partir de las primeras clases ya comienza a incorporarse los siguientes valores:

LA CORTESIA: Implica el respeto por el otro.
EL CORAJE: Es hacer lo que es Justo.
LA SINCERIDAD: Expresarse libremente, sin mascaras.
EL HONOR: Ser Fiel a la palabra dada.
LA MODESTIA: Es hablar de si mismo sin orgullo.
EL RESPETO: Sin respeto no puede nacer la confianza
EL CONTROL DE SI MISMO: Es callar en momentos de ira, controlar las pasiones.
LA AMISTAD: El más puro de los sentimientos del ser Humano.
LA LEALTAD: Siempre existe la garantía de la mano, del consejo y la amistad, de la persona lea.
LA GRATITUD: Es agradecer toda enseñanza y todo bien recibido.

El aspecto más importante y relevante del Judo es sin duda alguna, la educativa: Forma Maestros, Instructores, Técnicos y Árbitros. Pero forma excelentes personas, con valores morales y éticos, que señalan la conducta de cada judoka como ejemplo a seguir, no solo es un atleta, sino tambien un artista marcial, un ser que busca su continua perfección en todo y cada una de sus facetas físicas, espiritual e intelectual.

Los Origenes del Judo.


Con la apertura de sus puertos, se concreto una modernización de la industria, y por consiguiente una disminución de la artesania medieval. En tan solo 15 años existio una transformación en la sociedad, ya nadie se dedicaba a salvaguardar las tradiciones culturales, sino que los mejores hombres se dedicaban a la vida política, al estudio de las ciencias, a la organización industrial.

Luego las nuevas generaciones tuvieron la capacidad de reconocer que la pérdida de las experiencias tradicionales serían un grave daño para Japón y para el mundo. En este período nacieron hombres como: Jigoro Kano y Mori-hei Uyeschiba.

Jigoro Kano se baso en la práctica del Jiu-Jitsu para fortalecer su frágil y delgado cuerpo. Una vez logrado este objetivo, capto el valor de este método de defensa, por lo cual fundo una escuela propia con la finalidad de adaptar los antiguos ideales a las nuevas visiones, naciendo de este modo el Judo Kodokan, que hoy se práctica en muchísimos Dojos esparcidos por el Mundo.

Principales fechas que marcan la historia del Judo Kodokan
1860 Nace Jigoro Kano.
1882 Fundación del Kodokan
1886 Gran victgoria deportiva del Kodokan contra las restantes escuelas de Jiu-Jitsu.
1895 Redacción del primer Go-Kyo.
1921 Redacción del nuevo Go-Kyo.
1922 Fundación de la Sociedad Cultural del Kodokan.
1934 Primeros campeonatos del Japón.
1956 Primeros campeonatos del Mundo.
1964 Adminisión e los Juegos Olimpicos.

Actualmente se práctica este arte marcial en todos los países del mundo, todos los ejercitos y fuerzas policiales son adiestrados en las técnicas del Judo y Jiu-Jitsu. Es un deporte Internacional.

Se puede decir que los valores de la antigua caballeria japonesa forman parte del patrimonio cultural mundial, gracias a la interpretación del Judo Kodokan, creado por su fundador Jigoro Kano.

Traducción libre de un escrito de Jigoro Kano:
“No he estudiado el Jiu-Jitsu solamente porque lo entrase particularmente interesante, sino tambien porque lo consideraba el medio más eficaz para educar armoniosamente el cuerpo como el espíritu. De aquí nació, asimismo, la idea de difundirlo. Pero era necesario modificar el viejo Jiu-Jitsu para hacer su esp´ritu comprensible a las masas, dado que su forma antigua no estgaba prevista para servir a la finalidad de la educación física y moral y de la cultura intelectual. Etos beneficos no eran más que un resultado casual de aquella antigua técnica concebida exclusivamente con el fin de vencer.
Por otro lado, me di cuenta de que todas las escuelas de Jiu-Jitsu tenían valores y defectos, por lo que me parecio necesario dar al Jiu-Jitsu nuevas bases también en elplano de la lucha. Fue así como tomé los aspectgos más interesantes de las escuelas que habia estudiado y los funí en un nuevo método útil para la cultura física y la educación mental, así como para la lucha. De modo que llmé al nuevo método Judo Kodokan.

Recomendación de la practica de Judo

La UNESCO recomienda el Judo a los jóvenes por todos los valores educativos que su práctica con lleva.
La practica del Judo brinda a sus deportistas una serie de beneficios físico, psiquicos y morales, que permiten al judoka superarse constantemente en todos los aspectos de su vida.
Así como una semilla se desarrolla para luego constituir un árbol fuerte, bello, armonioso que nos brinda sus frutos, su sombra y protección. El Judo va desarrollando en el ser aspectos que son útiles para el practicante y la sociedad en la que se desenvuelve.
Qué nos brinda su practica?:
Para la defensa: Una serie de reflejos que pueden aplicarse en la vida diaria, confiando todas las acciones a una forma de entender la defensa personal y redundando en una mayor seguridad.
Aspecto físico: Forma un organismo ágil y resistente, lleno de energía y reflejos. Así el cuerpo llega a moverse con agilidad y soltura.
Aspecto mental: Nos habilita a utilizar la fuerza del contrario, aplicar la ley de la palanca y lograr derribarlo aunque su fuerza sea mayor. Este concepto obliga a una continua atención mental y su perfeccionamiento ayuda al que lo practica en todos los aspectos de la vida. Nos permite acostumbrarnos a vencer las dificultades que se nos presentan en la vida.

El entrenamiento de Judo requiere el previo conocimiento de uno mismo, es decir conocer nuestras debilidades, limitaciones para desarrollar nuestras fortalezas.
Nos enseña a confiar en nosotros mismos, en nuestra capacidad, compartir las enseñanzas con nuestros camaradas. Respetar, entender y poner en practica las enseñanzas de nuestros maestros.

Nos enseña la practica de la cortesía con los compañeros y oponentes, la paciencia para el logro de objetivos, nos señala que siempre es posible mejorar y superarse no solo en las técnicas del judo, sino en todos los aspectos de la vida.

El Judo es una actividad deportiva que lleva de modo intrínseco toda una serie de aspectos emocionales, afectivos, espirituales, físicos, mecánicos, técnicos, psicológicos.

Japón


…”El Japón ha tenido una evolución un poco distinta del esquema común a todas las naciones occidentales. Originariamente estaba habitado por una raza blanca, los ainos (algunos ainos sobreviven todavía, reunidos en colonias y son objeto de observaciones por parte de los investigadores), a los que se unieron numerosos grupos pequeños procedentes de las más diversas regiones del continente y originados por las más distintas vicisitudes.

En efecto la pobreza de aquellas islas nunca despertó la codicia de ningún gran estado y por consiguiente favorecio el establecimiento de una población de raza amarilla compuesta por aventureros, bandidos y despojos de gloriosos ejércitos vencidos en el continente. Este pueblo sobrevivio heroicamente a los sucesos históricos y naturales, madurando cualidades morales propias, y diferenciandose muchísimo de las gentes de las que era originario. Vivio alternando períodos relativamente tranquilos con larguisimos períodos de continuas guerras intestinas.
Una característica puramente oriental, agudizada por las condiciones de vida del antiguo Japón, consiste en el escaso valor atribuido a la vida humana (debido a la superpoblación, al esfuerzo necesariopor la supervivencia). Esto favoreció el desarrollo de una ética fatalista. Muy pronto la clase guerrera, que habia adquirido cada vez más importancia, se convirtió en el intérprete más fiel de las mejores tradiciones éticas de la vida social japonesa. Aunque los principios cultivados por los Samurai no eran originales sino de importación, estos guerreros ocuparon una posición singular en la historia y en la cultura del antiguo Japón.
El Japón tuvo un primer período medieval, pintoresco, pero bastante similar al de otras naciones. Mientras en Europa los fermentos del renaciiento italiano abrian horizontes ilimitados a un nuevo período histórico, el Japón se mantenía aislado de contactos con las naciones vecinas (China, Corea y la colonia china de Okinawa), contentandose con asimilar y transformar con extremada lentitud algunas de sus manifestaciones artísticas y raras innovaciones técnicas y sociales.
Naturalmente, si el Japón no se abría al resto del mundo, se penso que éste descubriera el Jaón (cuyo mundo fabuloso ya habia sido descrito por Marco Polo y por posteriores exploradores). En el siglo XVI fueron los españoles, inicialmente bien acogidos, quienes introdujeron las nuevas ideas religiosas (San Francisco Javier), las armas de fuego, el comercio y las novedades de un mundo extremadamente grande fuera del Japón.
Pero este cambio impresito fue probablemente demasiado brusco y el Japón, apretado alrededor de su emperador, rechazó a los extranjeros, cerró los puertos y prolongó voluntariamente la época medieval durante casi otros trescientos años. Este nuevo período medieval, contagiado ahora irreparablemente, fue la característica de la historia japonesa a la que debemos las mayores diferencias de desarrollo con la civilización de nuestros países. A mediados del siglo XIX, la expansión colonial inglesa, en busca de nuevos mercados, obligo al Japón, bajo la amenaza de los cañones del comodoro Perry, a recibir a los exranjeros en sus puertos y a iniciar tratados comerciales.
A la vuelta de medio siglo, el pueblo japones se dio a conocer por su inteligencia y espíritu organizador, convirtiendose rápidamente en una potencia mundial, en condiciones de rivalizar, a menudo victoriosamente, con cualquier nación.

Texto tomado del libro “El Judo en 12 Lecciones” de Cesar Barioli, editorial de Vecchi – Barcelona/España.